Desvanecerme en ti Desvanecerme en ti quisiera; mientras cierro los ojos en un beso, mientras te abrazo a mi cuerpo o cuando tomo tu mano al caminar. Desvanecerme del gusto, del deseo, del placer, poco a poco y sin perder totalmente el sentido, más bien caer en tus sentidos, en cada uno; en tu olor, en tu mirada, en el gusto que me ocasionas, en tu tacto y escucharte mientras disfrutas… Desvanecerme en tus caricias que imagino pues no las tengo, no son mías, no sé si sean de alguien más, pero me encantaría poseerlas... Y entonces creo que ya me desvanezco; cuando me miras, cuando te acercas, creo que jamás te he tocado, tal vez en un par de ocasiones pase mi mano junto a la tuya o acaricie tu brazo para reafirmar un enunciado, tal vez he rozado tu mejilla con la mía al saludarte, al despedirme y en más de una ocasión he pensado en resbalar mis labios sobre la comisura de tu boca; beberlos para empezar a saciar mi sed y después comerlos y terminar con mis ansias de morderlos breve
Eros y Tánatos son los dos grandes opuestos de la existencia y conviven constantemente. Ella no se enamora solo quiere que el ser descanse lentamente, el solo busca el placer de cualquier modo, aunque le signifique perecer. Por tanto el amor se complace matando, porque morir de amor es la muerte más “bella” y la muerte enamora a los locos que aman.
Comentarios