Es un breve espacio de tiempo en donde te has ausentado. Un ligero pestañeo y ya no te vi. Un tenue despido que aún recuerdo. Cuando te despediste dijiste que habías encontrado una nueva oportunidad, la posibilidad de amar nuevamente, de creer otra vez. Más de 10 años transcurrieron mencionaste para que la encontrarás y me hicieras a un lado y era necesario no saber más de mí, al menos por un tiempo. Nada es seguro, aseguraste, pero hoy es más seguro él que tú.... Y aquí me quedo una vez más sin ti, tal cual ese fatídico día que decidiste que estar con alguien más era mejor. Alguien que te diera más tiempo, que no trabajara demasiado y que solo estuviera para ti. Alguien que después terminaste odiando y aborreciendo hasta su olor, alguien que no significo nada en tu vida, solo el preámbulo de nuestra larga agonía. Y de nuevo estamos como al principio, eliges tu oportunidad y yo, yo no sé por qué sigo eligiendo esperarte… Bueno… Te espera mi alma, mi corazón y mi mente. Yo no, y
Eros y Tánatos son los dos grandes opuestos de la existencia y conviven constantemente. Ella no se enamora solo quiere que el ser descanse lentamente, el solo busca el placer de cualquier modo, aunque le signifique perecer. Por tanto el amor se complace matando, porque morir de amor es la muerte más “bella” y la muerte enamora a los locos que aman.