Definitivamente
madrugadas irrepetibles, únicas, me hubiera gustado que duraran para siempre,
que no amaneciera nunca y que el tiempo simplemente se hubiera detenido. Lo recuerdo de una bella forma, pero la
melancolía me arranca más que una sonrisa; un par de lágrimas que bañan mis
mejillas. Y ¿sabes qué? No fue así, no están aquellas madrugadas, ya no estás tú,
ya me fui yo, me aleje tanto como pude y ni el tiempo ni distancia ayudan a tu
olvido. Pero ya no es, nada dura para siempre, y esto no es igual, no volverá…….
Adiós….
... y es que escucharte me embelesa, me deleitan vuestros discursos, ya es de por sí muy placentero estar contigo y en cuanto dialogamos me regocijo al saber que nos entendemos, que podemos profundizar en todas nuestras letras y que podemos reír de cualquier banalidad disponible en este mundo lleno de ellas... y es tan estimulantemente que me incitas, me provocas la piel y se eriza buscándote aún sin que la toques; me provocas las manos que se llenan de caricias dispuestas para ti, todas ellas te buscan y mis dedos se entrelazan tratando de sosegar las ansias de tu cuerpo; y me provocas los labios que mientras te hablan quisieran probar cada una de las letras que tus labios besan y beber cada risa que tú sonrisa irradia y besar cada uno de tus labios acallando todas mis dudas y exacerbando cualesquiera de mis deseos... y entonces quiero seguir hablándote, escuchándote, hasta llegar a la cima de tu provocación y de mi...
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