LENTA Y ADECUADAMENTE
Ya no te quiero, vete, déjame en
paz, estoy cansado de extrañarte, de que mis palabras te redunden. Quítate de
mí y llévate lo que fuimos, todo lo que me dijiste quédatelo, lo que imaginamos
olvídalo; olvídame ya, olvida todo de nosotros, cualquier cosa que nos
relacione y así, decir: que aquello que no recordamos, nunca paso. Pero antes
de irte; mátame, lenta y adecuadamente con un beso, para que el último aliento
que respire sea el tuyo, los últimos labios que roce te pertenezcan y así, mi
alma converse por última ocasión con la tuya. Poco a poco desvanéceme de tú
vida, bórrame de tú cuerpo, elimíname de tus recuerdos, quítame lo que de ti
tengo, arráncame lo que sea necesario para ya no sentirte, olerte o mirarte en
toda tú ausencia, pero antes: mátame, lenta y adecuadamente con una caricia tan
profunda que abra una herida honda y dolorosa, tanto, que ni el dolor pueda
percibirse y solamente sienta el calor de tus manos, el ardor de tu pasión y la
locura de tu amor. Nunca más vuelvas, no voltees hacia atrás buscándome, no
creas que estaré esperándote, vete y déjame solo, sin ti, no te necesito, no
quiero verte ya y nunca dirijas de nuevo
tu mirada tierna y profunda, como solo tu sabias y a mí me encantaba, ya
por favor lárgate. Pero antes, mátame, lenta y adecuadamente entre tus brazos, apriétame
hasta que los huesos se rompan, el aire se torne escaso y ya no lo necesite, estrújame
de tal manera que me hunda en ti y ya nada me separe, me vuelva un apéndice,
una parte de ti y ya no te necesite, ya no te extrañe y ya no seamos el uno y el otro, sino nosotros.
Comentarios