Aquí estoy contigo, a tu lado, juntos, en nuestra bella amistad, en esta relación sin nombre ni acción solo sucede en momentos y lugares adecuados, me haces feliz, río, contigo siento que nada me falta, pero que no somos lo que nos decimos, solo buscamos lo que queremos oír, sentimos lo que necesitamos percibir.... No te creo lo que me dices, lo que haces, me quieres engañar, ya déjame, vete, háblame pero ya no de esto, seamos otra cosa no esto, no te vayas, pero no me quieras, no te creo que me quieras, nada es real....
... y es que escucharte me embelesa, me deleitan vuestros discursos, ya es de por sí muy placentero estar contigo y en cuanto dialogamos me regocijo al saber que nos entendemos, que podemos profundizar en todas nuestras letras y que podemos reír de cualquier banalidad disponible en este mundo lleno de ellas... y es tan estimulantemente que me incitas, me provocas la piel y se eriza buscándote aún sin que la toques; me provocas las manos que se llenan de caricias dispuestas para ti, todas ellas te buscan y mis dedos se entrelazan tratando de sosegar las ansias de tu cuerpo; y me provocas los labios que mientras te hablan quisieran probar cada una de las letras que tus labios besan y beber cada risa que tú sonrisa irradia y besar cada uno de tus labios acallando todas mis dudas y exacerbando cualesquiera de mis deseos... y entonces quiero seguir hablándote, escuchándote, hasta llegar a la cima de tu provocación y de mi...
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