No sabes todo el cúmulo de emociones que ocasionas a mi ser con la simpleza de un saludo, provocas un tumulto de tortuosos delirios en mi mundo, en ellos revolotean mis pensamientos sobre de ti, sobre de mi, sobre nosotros, sobre lo que quiero decirte, sobre deseos, aspiraciones, gustos y necesidades... además de grandes cantidades de recuerdos y compulsión a repetirlos para obtener nuevamente el goce de estar contigo... ansias de verte, de tocarte, de estrecharte, de... más y más y distintas formas de arte que puedan suceder y ocurrírseme, aunque en ocasiones solo se me han quedado en eso; ocurrencias que invaden mi mente y se atoran en la garganta, entre los dientes, la lengua se traba y los labios palidecen ante los presentes, los pasados y los posibles futuros; todos esos pensamientos, aquellas sensaciones y estos sentimientos atestan mi cuerpo, mi alma, mi mente y corazón y yo quedo indefenso ante ellos y sobre todo ante ti y no digo nada otra vez y solo escribo, y diluyo un poco de locura en letras y disuelvo un poco de ansiedad en versos y disgregó un poco de angustia al enviártelos y después me lleno de todo otra vez pues todo aún está aquí conmigo cuando ya debería estar allá contigo; todo en mi se colma nuevamente de ausencia, y sé que es toda mi responsabilidad y por eso acudo al insomnio, a la duda y siento indiferencia e imagino que te alejas, que te pierdes, cuando aún ni siquiera te he encontrado... y todo esto, no es nada aún, del todo que en mi ocasionas, lo que en mi despierta; me gusta, me emociona y también me alerta, pues lo pensaba lapidado, empalado en algún lúgubre campo de batalla por mi abandonado... ya no quiero seguir, pues nunca terminaría y diría más de lo permitido, de lo necesario o de lo qué tal vez tú quieras escuchar...
Salgamos de aquí, este lugar no es lo que yo quiero ni lo que había pensado, nada de esto parece a lo que yo imaginaba en mi niñez, y es por eso que cada día desde hace un tiempo que lo pinto y edifico a mi manera y no solo hay colores vívidos, también me gustan los tonos ocres y opacos, puesto que nada tiene que ser perfecto solo real y disfrutable, para ti, para nadie más, dejar atrás lo que te dijeron que tenías que construir y los colores que debías utilizar y empezar a construir lo que siempre has querido lo que siempre supiste, el miedo es la cadena más poderosa, el obstáculo más alto, la limitante más complicada, pero solo existe en ti, en ningún otro lado, de hecho no existe como tal, tú lo has creado, tú has interpretado que eso que está ahí no lo puedes o no lo debías de hacer aun a costa de tu felicidad, el miedo es tu enemigo y lo peor es que tú lo traes a tu vida. Por eso hoy me salgo de ahí, donde estaba, donde no quería estar, donde no debía estar y me había estan...
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