Y..... Y un día desperté, y ya no estabas a mi lado; mirándome, abrazándome. Te disipaste como la noche, seguías presente como los sueños; en sensación y pensamiento pero no eras tangible. A veces creo que nunca estuviste, que jamás compartí nada contigo, que fue un delirio de algún alter ego, una escisión de mi mente o una historia leída o transliterada por mí. Se que ya no eres ni estas y que yo no existo desde que deje de estar a tu lado en aquel sueño. Quisiera volverme a dormir, tal vez morir o estar al menos en esa tribulación que algunos llaman amor, y que yo, solo encontré a tu lado, así, confirmo no existe o... tal vez solo existe cuando estas tu.
Eros y Tánatos son los dos grandes opuestos de la existencia y conviven constantemente. Ella no se enamora solo quiere que el ser descanse lentamente, el solo busca el placer de cualquier modo, aunque le signifique perecer. Por tanto el amor se complace matando, porque morir de amor es la muerte más “bella” y la muerte enamora a los locos que aman.