SOMOS SI amarte doliera, ya hubiera dejado de amarte por el sufrimiento ocasionado por tu amor... Pero, claro que no duele amarte: Únicamente me desvanezco cuándo pienso en ti, solo es que el mundo no es igual cuando no estás, bueno al menos mi mundo; éste que habito, aquel en donde ya no estoy pero aparezco. Ja! Claro que amarte no me duele, aquí nada pasa; ni tú pasas, porque habitas mi ser, te quedasen él, ojalá solamente pasaras y después te largarás tan lejos cómo geográficamente lo hiciste, pero en lo emocional y espiritual aquí te quedaste con tus malditos lugares, momentos y amores que sólo tu me dabas y yo te tenía. No, claro que no me duele tu amor; pues ni lo tengo, nada que no te pertenece puede si quiera pensarse que exista, ¿eres real acaso? Creo que te invente para sentirme querido, para imaginar que ame a alguien cómo jamás alguien ha amado; pura y sinceramente; nada de esto pasó, ni yo existo, soy la creación de algún sentimiento demente y sosegado, nada aquí es o
Eros y Tánatos son los dos grandes opuestos de la existencia y conviven constantemente. Ella no se enamora solo quiere que el ser descanse lentamente, el solo busca el placer de cualquier modo, aunque le signifique perecer. Por tanto el amor se complace matando, porque morir de amor es la muerte más “bella” y la muerte enamora a los locos que aman.