NADA PIERDO, NADA IMPORTA Ya nada importa; si me quieres, si me amas o me olvidas, nada pierdo ya. Descubro a cada segundo que eres mi único y verdadero amor, que nada te borrará y que todo te menciona, que el tiempo no ha pasado sobre nuestras historias, que no hay pretérito, todo cuanto recuerdo parece suceder aquí y ahora y ya nada me importa, pues ya no pierdo nada, debido a que hace mucho tiempo te fuiste. Ya no hay angustia, vergüenza o miedo por decirlo; puedo gritárselo al viento y que en su eterno andar lo susurre por doquiera y se entere quien sea, puedo decírselo a las personas para que hablen de mí con lástima o alegría ya no me importa, ya no pierdo nada al decir que te amo, que te extraño, que jamás te olvide, que nunca podré y que ni siquiera lo intento. Tu recuerdo permanente me ha ayudado a seguir la vida, a seguir con vida, a vivírla y sostenerla, por imaginar que algún día por casualidad, suerte o deseo regreses, me quieras y te quedes.
Eros y Tánatos son los dos grandes opuestos de la existencia y conviven constantemente. Ella no se enamora solo quiere que el ser descanse lentamente, el solo busca el placer de cualquier modo, aunque le signifique perecer. Por tanto el amor se complace matando, porque morir de amor es la muerte más “bella” y la muerte enamora a los locos que aman.