A veces me gustaría que fueras mía, pero no quiero ser tu dueño solo quiero poseer tu mirada, tus besos, tus abrazos y caricias, que solo sean mías, que me pertenezcan, que me aprisiones entre todas ellas, jamás me sueltes, amárrame a tus abrazos y abrázame también entre tus piernas, presiona tus muslos en mi y deja que me pierda entre ellas; bebiendo, entre labios, con manos y caderas, danzas y amoríos, pasiones y descansos...
Salgamos de aquí, este lugar no es lo que yo quiero ni lo que había pensado, nada de esto parece a lo que yo imaginaba en mi niñez, y es por eso que cada día desde hace un tiempo que lo pinto y edifico a mi manera y no solo hay colores vívidos, también me gustan los tonos ocres y opacos, puesto que nada tiene que ser perfecto solo real y disfrutable, para ti, para nadie más, dejar atrás lo que te dijeron que tenías que construir y los colores que debías utilizar y empezar a construir lo que siempre has querido lo que siempre supiste, el miedo es la cadena más poderosa, el obstáculo más alto, la limitante más complicada, pero solo existe en ti, en ningún otro lado, de hecho no existe como tal, tú lo has creado, tú has interpretado que eso que está ahí no lo puedes o no lo debías de hacer aun a costa de tu felicidad, el miedo es tu enemigo y lo peor es que tú lo traes a tu vida. Por eso hoy me salgo de ahí, donde estaba, donde no quería estar, donde no debía estar y me había estan...
Comentarios