No sé si tu cara es de una princesa, un ángel, una muñequita de porcelana todas juntas o una combinación... y es que tu rostro tiene las formas más bellas y perfectas que he visto; el café de tus ojos pareciera poder bebérmelo en las mañanas y seguro haría que abriera los míos, tus labios parecen pincelados por el mejor artista y con el carmesí más brillante, tu nariz hace el juego perfecto con tu cara y resalta la belleza de tus rasgos y tu cabello parece una cascada de noche oscura con brillos celestiales que recorren tu cabeza y rostro y en las que podría ahogarme... Recorrerte a través de ella y beberme todo lo que de ti emane, acariciar tu piel y desgastarla tanto como mis dedos soporten su propio desgaste, besarlos, lamerlos para poder resistir más caricias, más de tu piel y más de ti y cuando los dedos se gasten que mis labios suplan su recorrido por tu cuerpo entero y que lo devoren y me llene de ti...
Salgamos de aquí, este lugar no es lo que yo quiero ni lo que había pensado, nada de esto parece a lo que yo imaginaba en mi niñez, y es por eso que cada día desde hace un tiempo que lo pinto y edifico a mi manera y no solo hay colores vívidos, también me gustan los tonos ocres y opacos, puesto que nada tiene que ser perfecto solo real y disfrutable, para ti, para nadie más, dejar atrás lo que te dijeron que tenías que construir y los colores que debías utilizar y empezar a construir lo que siempre has querido lo que siempre supiste, el miedo es la cadena más poderosa, el obstáculo más alto, la limitante más complicada, pero solo existe en ti, en ningún otro lado, de hecho no existe como tal, tú lo has creado, tú has interpretado que eso que está ahí no lo puedes o no lo debías de hacer aun a costa de tu felicidad, el miedo es tu enemigo y lo peor es que tú lo traes a tu vida. Por eso hoy me salgo de ahí, donde estaba, donde no quería estar, donde no debía estar y me había estan...
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