El enamorado idealiza al ser amado de tal forma que pareciera "cubrir" cualquier falta, todos los menesteres desaparecen ante tal divinidad y es justo en esta parte donde te das cuenta que en lo real no hay nada de eso y la fantasía es tan placentera que compulsivamente la repites hasta que te destruye simbólicamente en cada ocasión del encuentro con el otro, pero no importa, el amor es tan simple, cotidiano y gozoso que nos encanta construirnos, destruirnos, reconstruirnos y buscamos lo necesario para justificar nuestros andares aún ante la posible aniquilación, aún ante la total iluminación de nuestro ser, pues nada nos hace conocernos tan a fondo como la destructiva forma en que nos arma el amor...
Salgamos de aquí, este lugar no es lo que yo quiero ni lo que había pensado, nada de esto parece a lo que yo imaginaba en mi niñez, y es por eso que cada día desde hace un tiempo que lo pinto y edifico a mi manera y no solo hay colores vívidos, también me gustan los tonos ocres y opacos, puesto que nada tiene que ser perfecto solo real y disfrutable, para ti, para nadie más, dejar atrás lo que te dijeron que tenías que construir y los colores que debías utilizar y empezar a construir lo que siempre has querido lo que siempre supiste, el miedo es la cadena más poderosa, el obstáculo más alto, la limitante más complicada, pero solo existe en ti, en ningún otro lado, de hecho no existe como tal, tú lo has creado, tú has interpretado que eso que está ahí no lo puedes o no lo debías de hacer aun a costa de tu felicidad, el miedo es tu enemigo y lo peor es que tú lo traes a tu vida. Por eso hoy me salgo de ahí, donde estaba, donde no quería estar, donde no debía estar y me había estan...
Comentarios