Definitivamente
madrugadas irrepetibles, únicas, me hubiera gustado que duraran para siempre,
que no amaneciera nunca y que el tiempo simplemente se hubiera detenido. Lo recuerdo de una bella forma, pero la
melancolía me arranca más que una sonrisa; un par de lágrimas que bañan mis
mejillas. Y ¿sabes qué? No fue así, no están aquellas madrugadas, ya no estás tú,
ya me fui yo, me aleje tanto como pude y ni el tiempo ni distancia ayudan a tu
olvido. Pero ya no es, nada dura para siempre, y esto no es igual, no volverá…….
Adiós….
Salgamos de aquí, este lugar no es lo que yo quiero ni lo que había pensado, nada de esto parece a lo que yo imaginaba en mi niñez, y es por eso que cada día desde hace un tiempo que lo pinto y edifico a mi manera y no solo hay colores vívidos, también me gustan los tonos ocres y opacos, puesto que nada tiene que ser perfecto solo real y disfrutable, para ti, para nadie más, dejar atrás lo que te dijeron que tenías que construir y los colores que debías utilizar y empezar a construir lo que siempre has querido lo que siempre supiste, el miedo es la cadena más poderosa, el obstáculo más alto, la limitante más complicada, pero solo existe en ti, en ningún otro lado, de hecho no existe como tal, tú lo has creado, tú has interpretado que eso que está ahí no lo puedes o no lo debías de hacer aun a costa de tu felicidad, el miedo es tu enemigo y lo peor es que tú lo traes a tu vida. Por eso hoy me salgo de ahí, donde estaba, donde no quería estar, donde no debía estar y me había estan...
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