ODI-AME
Ódiame, yo lo hago todo el
tiempo; a ti y a mí. Cuándo recuerdo el día que por primera vez te vi, lo odio,
ojala nunca hubiera estado ahí, en el justo momento que tú llegabas: una niña,
yo un torpe adolescente, justo ahí me enamore, tú, no sabías que existía, yo,
no imaginaba lo que en mi nacía y hoy, sólo me otorga felicidad ese momento, me
hace sonreír, en mi mente habita ese pensamiento, tan lúcido, que parece real,
y lo amo, y entonces te odio porque ya no estas, y entonces, te vuelvo a amar
porque solo tú me haces sentir esto. Odi-ame constantemente para no sentirme
solo, para pensar que estoy menos loco y al menos me acompaña alguien en mi
estulticia, imaginar que no soy el único que así siente. Odio no saber de ti,
que pasen días y no tengas una palabra para mí, meses sin tocarte, años sin tu
amor, y entonces, te odio, porque pareces olvidarme, mientras yo no puedo dejar
de pensarte y sentirte, quererte, desearte, emocionarme y, entonces me doy
cuenta una vez más que te amo y por eso te odio, porque creo que tú ya no lo
haces, ni amarme ni odiarme.
Por favor, al menos ódiame, por
lastima o rencor pero ódiame, así sabré que piensas en mí, que aún te importa
algo de aquello, que hay un sentimiento tuyo hacia mí, que no has dejado atrás lo
que fuimos, que no se murió lo que vivimos, que aún, de alguna forma o por
alguna circunstancia estoy presente, no importa que me odies, no dejes de
hacerlo, siempre, odi-ame para seguir amándote por que te extraño, odiándote por
que te necesito, llorándote porque me gusta, queriéndote por que te odio, odiándote
por que te quiero; por favor odi-ame.
Comentarios